Existen muchos falsos mitos y leyendas sobre los vikingos. Que eran hombres rudos, sanguinarios y sin modales. O que incluso fueron conquistadores bárbaros por naturaleza que después de masacrar a sus enemigos, hacían utensilios con sus cráneos.
Pero lo cierto es que la historia documenta todo lo contrario. Los vikingos provienen de un grupo étnico originario de Escandinavia que, pese a ser temidos por su experiencia naval, también fueron conocidos por su estética y pasión por la agricultura y la ganadería.
Por ello, hoy vamos a hablar sobre los 4 principales mitos que existen alrededor de la cultura vikinga.
Los cascos vikingos NO tenían cuernos
No existen pruebas arqueológicas contundentes sobre cascos de guerra con cuernos. De las armas y armaduras vikingas se comprende el grado de asimilación y adaptación que tenían los vikingos sobre las demás culturas, además del sentido de pertenencia que tenían sobre sí mismo. Sin embargo, no se documentan cuernos como ornamenta de guerra.
En otras palabras, no existe evidencia de que los vikingos usaran cascos con cuernos como parte de su armadura de batalla. No obstante, es posible que los cuernos se utilizaran en ocasiones especiales, como es el caso de los rituales dentro del contexto ceremonial.
Los vikingos NO usaban cráneos ni huesos de enemigos para comer o beber
Otro mito muy popular sobre los vikingos trata sobre el supuesto uso de las kapalas. Las copas hechas con cráneos humanos con fines ceremoniales. Una costumbre común entre los hindúes practicantes del budismo tántrico, más no entre los vikingos.
A diferencia de lo que se piensa, los vikingos sólo utilizaban cuernos para beber, así como jarras y platos de arcilla para comer. El mito probablemente surja de la ficción, y de la necesidad de enaltecer los aspectos peyorativos de los personajes inspirados en la cultura nórdica.
Las mujeres NO tenían un papel secundario en las tribus vikingas
Al igual que en las tribus celtas, el papel de la mujer era fundamental en las sociedades vikingas. La mujer era sumamente respetada y venerada, por lo que en general ellas se encargaban de la administración de las granjas.
Asimismo, la mujer tenía voz y voto en la toma de decisiones políticas. También existe evidencia de que algunas mujeres acompañaron a los hombres en importantes incursiones a lo largo de la historia. Y a través de inscripciones rúnicas se ha logrado comprender como algunas mujeres llegaron a ser propietarias de tierras de carácter relevante.
Un aspecto que les facilitó contribuir financieramente en la construcción de obras en pro del desarrollo urbano. De la misma forma, la mujer tenía el derecho de proclamarse legalmente en cuestiones de herencia y justicia. Razón por la cual muchas fueron un ejemplo representativo en sus tribus.
No todos los vikingos eran rubios y corpulentos
El estereotipo vikingo nace principalmente del séptimo arte. Pero, lo cierto es que está muy lejos de la realidad. En promedio, el hombre vikingo medía alrededor de 170 centímetros.
Además, no todos eran rubios. Como el mestizaje era común a mediados del siglo IV, fácilmente podíamos encontrar vikingos pelirrojos, castaños y morenos.
Sin embargo, específicamente en Suecia, predominaban los vikingos rubios. No todos eran tan corpulentos como la ciencia ficción nos ha hecho creer a través del tiempo, pero si eran muy aseados y bastante cuidadosos con el aspecto de su cabello.
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