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Martes, 6 de agosto de 2019 (un día antes del comienzo del Festival), llegamos a Sión con la cabeza bien alta y con un brillo en los ojos propios de la emoción. Orgullosos de formar parte del que será el epicentro del mundo celta durante los próximos cuatro días.
25º aniversario del festival
Y es que había una buena razón para ello, ya que Sión iba a celebrar, en medio del bosque y los lagos, la 25º edición del emblemático «Guiness Irish Festival», uno de los festivales de música celta más importantes de Europa, en el que se dan cita año tras año grandes grupos de música con influencias folk.
Escenario principal Guinness Irish Festival (2019)
Tuvimos el privilegio de disfrutar de las actuaciones de los siguientes grupo y artistas, entre otros, en esta última edición: The Chieftains, Fiddler’s Green, Kila, Four Men and a Dog, Trad Attack, Carlos Núñez o Elephant Sessions.
Un poco cansados del viaje y después de tomarnos un té en una terraza de la estación de tren de Sion, llegamos al camping, el cual estaba habilitado justo al lado del festival, por lo que decidimos montar nuestra tienda de campaña recién comprada en Amazon. Pronto nos dimos cuenta que dormir iba a ser complicado debido al impresionante paisaje y al ruido ensordecedor del silencio.
Ante esto, decidimos explorar la zona pudiendo ver cómo todos los técnicos, organizadores y voluntarios del festival finalizaban los preparativos para el día siguiente. Entre este ambiente tranquilo y ajetreado al mismo tiempo, nos sorprendió ver como los primeros asistentes, que vestidos con los típicos atuendos vikingos y celtas, iban montando sus tiendas de campaña.
Todo hacía prever que el sentimiento de paz se mantendría durante todo el festival. Se nos hizo tarde, y finalmente volvimos a la tienda de campaña cuando de repente nos sorprendió una fuerte tormenta eléctrica, y todo lo que había por allí estalló… parecía que la tienda iba a salir por los aires, pasamos un pelín de miedo la verdad, la primera noche y esto. Tal vez, eran Thor, Haakong Jarld y Olaf Tryggvason. Bien, ¡ya estábamos todos!
Y es que el Guinness Irish Festival es un evento al que hay que acudir por lo menos una vez en la vida, sobre todo si vives fuera de Suiza, ya que te garantiza diversión, buena música, un viaje al pasado en un entorno inigualable, en medio del bosque y rodeado de lagos.
Prueba de ello es que este Festival ha adquirido tanta relevancia, que hoy en día es uno de los eventos de música celta más destacados de Europa y, como en ediciones anteriores, Les ílles ha sido el lugar perfecto para celebrarlo en su 25ª edición, del 7 al 11 de agosto de 2019.
Durante los 4 días la atmósfera del festival se impregnó del espíritu celta y vikingo. Hay que hacer mención especial a la implicación de los suizos en este festival que, vestidos con atuendos celtas y vkingos, proporcionaron a la fiesta un halo de magia para que el festival se grabe en tu corazón y en tu memoria.
El día antes del comienzo del festival, estuvimos presentes en la prueba de sonido, pudiendo palpar la sublime calidad de sonido, así como las dimensiones del escenario, propias de un concierto en un campo de fútbol.
Miércoles 7 de agosto de 2019
El miércoles 7 de agosto, primer día del festival, los asistentes esperaban ansiosos a la actuación de “Glen of Guinness”, mítico grupo del área de Sion que regresaban con un concierto exclusivo después de 10 años de parón. Hemos de decir que este concierto fue de los que más afluencia de público tuvo, una gran manera de dar el pistoletazo de salida al ciclo de conciertos.
Les siguieron los alemanes Fiddler’s Green, quienes descargaron un directo impresionante, con ritmos rockeros y melodías pegadizas. Para terminar, la gente pudo disfrutar de la poderosa presentación en vivo de la Bodh’aktan, confirmando así que el primer día fue el más cañero en términos de sonidos y ritmos. ¡Rock on!
Dentro del recinto había multitud de puestos de comida y bebida: perritos calientes, hamburguesas, comida asiática, vino de la ribera, queso típico suizo, y sobre todo mucha mucha cerveza. Recordemos que Guinness es el patrocinador principal del evento. Salud!
Debido a esto y al ambiente «vikingo-festivo» donde muchos chicos se vestían como Ragnar Lodbrok y las chicas parecían verdaderas vikingas, la fiesta más divertida estaba asegurada después del concierto. ¡Hávamál!
El ambiente del camping representa el espíritu del Guinness Irish Festival, y aunque puede que no sea lo mejor para disfrutar de un sueño reparador, es necesario pasar allí el Festival para impregnarse del ambiente.
Una de las mejores maneras para recargar pilas por las mañanas y las primeras horas de la tarde hasta que empezaban los conciertos, era disfrutar de un baño en el lago, así como de uno de los restaurantes que había por la zona.
Jueves 8 de agosto de 2019
Los estonios Trad. Attack fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida a la segunda jornada del festival con un directo impresionante. Ya los conocíamos de haberles escuchado antes en Spotify y hemos de decir que son un grupo impresionante y que han conseguido crear su propio sonido. Durante el concierto los asistentes hacían bailes típicos de la cultura celta y vikinga.
En una parte de su actuación la banda comentó una anécdota: y es que en sus inicios como grupo bromeaban que tenían que tocar en todos los países del mundo, y hoy pueden presumir de haber estado en muchísimos de ellos. No es de extrañar, porque tienen un sonido y estilo genuino y son muy muy buenos.
La jornada del jueves prosiguió con los conciertos de dos grupos irlandeses: Four Men and a Dog y Kila. Dos grandes bandas de la música folk puramente irlandesa. Si bien dijimos que en la primera jornada del festival hubo conciertos “cañeros”, esta segunda fue más puramente irlandesa, folk y tradicional, con una calidad técnica exquisita. Todos conocemos el nivel de Kila y Four Men and a Dog.
Este día nos tuvimos que ir a dormir pronto porque estábamos demasiado cansados, por lo que nada más terminar el concierto de Kila nos fuimos para dormir. Eso sí, del tirón, en Suiza se duerme muy bien, quizás por la presión atmosférica o por el aire puro. Y eso que era en un camping vikingo!
Viernes 9 de agosto de 2019
Amanecimos el viernes descansados como una rosa y pasamos la mañana disfrutando del lago y la naturaleza, haciendo tiempo para el comienzo de los conciertos. Los organizadores del Festival nos facilitaron acceso al Backstage donde podíamos cargar el móvil y la cámara, además de tomarnos alguna cervecita y hablar con los organizadores y voluntarios. Hicimos buenos amigos 🙂
The Damien Mullane Band abrió los conciertos del viernes con un directo que no dejó indiferente a nadie. Bailes y más bailes por parte de los asistentes, al igual que con el mítico grupo “The Chieftains” quienes dieron un concierto técnicamente perfecto, y nos sorprendieron con una inspiración fuera de lo común. Vent du Nord / de Temps Antan cerraron la jornada del viernes con un concierto al más puro estilo irlandés.
Sabado 10 de agosto de 2019 – (Última Noche)
El cansancio hacía mella en nosotros después de la noche del viernes, pero nada que no evite una buena siesta a orillas del lago. El sábado, último día del festival, los conciertos empezaban una hora antes, con los suizos Sang D’Ancre, quienes interpretaron sus canciones con influencias del rock, el country y pegadizas melodías celtas.
A las 20 horas llegó el turno de los escoceses Elephant Sessions, un grupo que nos dejo boquiabiertos, muy muy buenos. La banda proveniente de Escocia logró un sonido fuera de lo común lo que el publico se lo agradeció. A las 22 llegó lo que todos estábamos esperando, el turno de Carlos Nuñez, el artista número uno de la música celta en España, quien ha estado en este festival en varias ocasiones y que contó con numerosas colaboraciones de artistas de otros países.
Durante el concierto de Carlos no cabía ni un alfiler y era complicado moverse para irse más adelante. Temazos como Andro hicieron a los asistentes llevar a cabo multitud de bailes celtas y vikingos.
Manaú cerró el Festival con su música electrónica con matices celtas que llevó a la gente a una fiesta ininterrumpida que se prolongó hasta altas horas de la noche. Es cierto que todos los presentes ya estaban agotados para entonces, pero nadie quería perderse nada de esta inusual y asombrosa experiencia en la que todo fluía a través de la mitología celta y vikinga.
¡Nos vemos en 2020!
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