Strad El violinista rebelde


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(Votos: 22)

Strad es la banda del violinista Jorge Guillén, también conocido como el violinista rebelde, quien pone la voz principal, la intensidad y una maestría con el violín fuera de lo común a un grupo que cuelga el cartel de «sold out» allá donde actúa. La perfecta sincronización, fuerza y técnica de todos los músicos, sumado a la puesta en escena es lo que realmente te conquistará de Strad: El Violinista Rebelde.

Jorge Guillén Biografía

Jorge Guillén conoció la música desde bien pequeño gracias a su familia. Su tío, un catedrático especializado en violines, fue quién le descubrió un instrumento que él mismo describe como el más parecido a la voz humana. Con tan solo cuatro años sujetó su primer violín, desde entonces no lo ha posado. Al llegar a la juventud logró entrar en la Orquesta Real de Madrid, en la cual pudo haber desarrollado una carrera tradicional, pero Jorge estaba hecho de otra pasta.

Strad El violinista rebelde

Conoció la pasión con la que la gente siente la música tocando con Extremoduro, y además acompaña a Ara Malikian, un genio contemporáneo del violín, mejorando continuamente su técnica y adquiriendo nuevas experiencias que irían forjando un estilo propio. Un día, decide lanzar el vuelo; abandonar toda protección. Así nace Strad, un grupo que da un giro de 360º a los instrumentos clásicos y los acerca al público a través del espectáculo.

La revolución musical llega con el violinista rebelde

Strad está compuesta de otros cuatro intérpretes: Tania Bernáez al bajo, Joaquín Alguacil con la guitarra eléctrica, David García al teclado y Vicente Hervás en la batería, todos ellos absolutos musicazos de los pies a la cabeza. Unidos, siempre con el violín como hilo conductor, fusionan rock, flamenco, música electrónica y clásica en un estilo único que, incluso, intercala monólogos e historias de los artistas.

¿Te preguntas cuál es el resultado de esta mezcla? En cada concierto los asistentes ríen, saltan, bailan y disfrutan con una fusión única de música, humor y emociones. Esta es la revolución que propone Strad, una que busca llevar la música al público, el cual participa en los espectáculos como si fueran un miembro de la propia banda, siendo imposible para ellos mantenerse sentados en sus asientos. Al final de cada canción, los aplausos hacen temblar los cimientos.

Entre tema y tema es el propio Jorge Guillén quien cuenta las historias. Algunas te hablan de su infancia, otras de su vida o de las razones que llevaron al nacimiento del tema que van a tocar. Esta es una manera única de conectar con el público, el cual puede llegar a sentir una fuerte empatía con el artista, algo que no suele pasar a menudo. Los conciertos al uso suelen mostrar al artista de manera aislada, casi en un altar; con Strad todo el mundo participa del espectáculo de una experiencia única.

Además, el aire de rebeldía sale reforzado por el propio Jorge, quien suele vestir con botas militares altas, vaquero y camiseta negros los dos, el brazo derecho cubierto de tatuajes y un tupé rojo sobre la negrura de su pelo. Sinceramente, no te lo puedes perder.

Un espectáculo diferente con el violín como protagonista

Con Strad presenciarás una revolución musical en marcha en la que tú mismo puedes participar. Aúnan diferentes estilos para formar el suyo propio con el violín como protagonista; uno donde no falta el humor, la diversión y un público entregado que disfruta de principio a fin.

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(Votos: 22)

Una respuesta a “Strad El violinista rebelde”

  1. blank Ara is NOT Art dice:

    Nunca comprenderé como Malikian (mediocre violinista pop) puede incluso tener imitadores que aspiran a ‘ser como él’, habiendo violinistas actualmente de la talla de Leonidas Kavakos o Isabelle Faust. Sí, me refiero a esos enormes músicos clásicos a los que él siempre critica – si nos remontamos al pasado podríamos hablar también de Oistrakh, Kogan, Heifetz, etc. Esos sí son y fueron buenos violinistas, muy diferentes del Malikian de hoy en día: un tipo sin ninguna calidad de sonido, que aprieta y que hace años que ya no estudia (por eso tiene que tocar amplificado y ecualizado); el ‘músico’ que guarrea y desafina más que ningún otro profesional (clásico, jazz o pop) que yo haya escuchado en toda mi vida… Porque se puede hacer música de calidad sin importar el género, pero a Ara no le da la gana porque es más fácil y cómodo vivir del cuento, ¿verdad?
    Malikian no merece fama ni reconocimiento, pues no solo hace gala de su «virtuosismo» desafinando como un condenado mientras se contorsiona desencajado, sino que encima tiene el valor de criticar a los músicos ‘clásicos’ siempre que tiene ocasión, para excusar su falta de disciplina y de estudio…
    Qué violinista más malo, en todos los sentidos; porque hay que ser mala persona y tener más cara que espalda para faltar al respeto a la Música de la manera en que él lo hace y estafar así a la pobre gente (analfabeta e ignorante), aprovechándose del mediocre nivel intelectual y cultural de este país de pandereta, donde la gran mayoría no tiene oído ni conocimientos musicales. Resulta muy triste que haya jóvenes que estén siguiendo sus pasos…

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