Hablar de la historia de la cerveza es hablar de la caelia celtibérica, la cerveza de los pueblos celtíberos. Una bebida elaborada principalmente con trigo o cebada fermentada.
Con la ausencia del vino y la creciente obtención de cereales, la caelia llegó a popularizarse en los diferentes grupos étnicos de Hispania. Y es que no sólo hablamos de una cerveza de consumo, sino de una bebida alcohólica con grandes propiedades nutritivas para la piel.
¿Cómo se fabricaba la caelia?
La caelia era una cerveza de consumo doméstico recurrente. Si bien es complicado dilucidar las técnicas que implementaban los celtíberos, se sabe que este tipo de bebida provenía del trigo o de la mezcla de diferentes cereales.
Según Orosio, el jugo se extraía del grano del trigo. Se humedecía la espiga y se empleaba la técnica de cocción a fuego lento para obtener la sustancia directamente de la espiga.
Luego el néctar se dejaba secar hasta lograr un aspecto harinoso. A partir de aquí todo es especulativo. Es probable que se utilizaran otros cereales para complementar la mezcla, aunque también es posible que el trigo fermentado fuese suficiente para alcanzar la consistencia perfecta.
Usos de la caelia
Se sabe que los celtíberos fabricaban cerveza a manera de entretenimiento. Según Plinio, la cerveza tenía suficiente espuma como para saciarse durante las festividades culturales o las celebraciones religiosas. Pero también se aprovechaba para nutrir la piel de las mujeres.
El autor también afirma en su documentación histórica que los antiguos celtíberos elaboraban bebidas distintas mediante la maceración de cereales. Los nombres y las técnicas podrían variar un poco, pero al final el resultado era prácticamente el mismo.
Fue así como la cerveza se convirtió en una bebida de uso habitual entre los antiguos. Y es que no se necesitaban grandes espacios para su producción artesanal. Bastaban un par de jarras pequeñas y un almacén doméstico para lograr una producción continua y de calidad.
Las jarras celtibéricas para beber
Las jarras para beber caelia eran de una tipología muy particular. Entre ellas destaca el bock. Una jarra encontrada en yacimientos sorianos, cuya decoración consistía en figuras geométricas e imágenes zoomorfas esquematizadas.
La cerámica utilizada en la fabricación de estas jarras era muy fina. Se utilizaban en los comedores rudimentarios y funcionaban como elementos decorativos. Además, destacaban por su forma. Pues eran idóneos para el almacenamiento de líquidos como la cerveza o la caelia.
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