Cuando escuchamos las palabras “monasterio” o “asentamiento” automáticamente pensamos en los restos celtas en Irlanda. La pequeña isla simplemente está repleta de estructuras sorprendentes, y entre ellas destaca el monasterio de Clonmacnoise.
Si bien existen otros asentamientos como Kilmacduagh y Glendalough, la historia de Clonmacnoise destaca por su belleza arqueológica y su relación con los procesos de inculturación en occidente. Aspecto que nos acerca a la compresión de las culturas como parte del desarrollo humano.
Historia del monasterio de Clonacnoise
El monasterio se sitúa en Athlone y siendo un núcleo comercial muy importante en su época, siempre ha destacado por su emplazamiento estratégico.
Si bien sus restos celtas son parte de la historia medieval de Irlanda, también hablamos de una antigua ruina con gran influencia cristiana. Declarado Monumento Nacional en 1877, Chonacnoise primeramente es considerado símbolo de la cultura gaélica celta. Una cualidad que lo convirtió en uno de los más importantes centros de estudio de toda Europa.
Entre los restos más destacados podemos mencionar la catedral, las dos torres circulares y las grandes cruces celtas. Cimientos que se entremezclan con la notable influencia del catolicismo en Irlanda, siendo esto un aspecto clave en el desarrollo cultural y patrimonial de la República.
Clonacnoise y sus restos celtas en Irlanda
Pese a la expansión del cristianismo, el monasterio de Clonacnoise todavía refleja parte importante del corazón de Irlanda. De hecho, durante el mandato del rey Diarmait, la cultura escandinava y nórdica sobrevivieron gracias al arte de la arquitectura local. Proceso que terminó siendo parte del principio de inculturación entre ambos mundos.
Las razas vikingas y anglonormandas continuaron sentando las bases de la historia moderna. Mientras tanto, los procesos de reconstrucción y recuperación de la vida cultural en el monasterio continuaron proyectándose a través de su estructura.
Las tres hermosas y altas cruces son ejemplo de ello. Hoy, simplemente se consideran importantes restos celtas para la historia moderna. La más conocida mide alrededor de 4 metros y es llamada “La cruz de las escrituras”.
Si bien puede apreciarse como un símbolo cristiano, la arenisca tallada demuestra cómo fue utilizada para elaborar figuras en sus cuatro costados al estilo de los más grandes celtas. El auténtico recuerdo de una cultura antigua y milenaria que sigue contando su historia a través de sus restos.
Deja una respuesta