Hablar de Irlanda es hablar de dinastía, linajes, sangre y conquista. Los grandes reyes irlandeses que figuran en la historia son recordados por su valor y sed de conquista. Aspectos que más tarde estarían relacionados con la unificación de las tribus y el desarrollo de la cultura irlandesa como la conocemos.
Se dice que más de 150 líderes gobernaron simultáneamente en menos de 200 años de historia. Sin embargo, los más conocidos destacan por su conservacionismo, innovación e inteligencia en el campo de batalla.
Máel Sechnaill mac Máele Ruanaid, el primero de los reyes celtas irlandeses
Considerado el primer “Gran Rey Supremo de Irlanda”, a Máel Sechnaill se le recuerda por su lucha constante en contra de los vikingos y los nórdicos-gaélicos. Considerados para ese entonces extranjeros e invasores para la ya desunida dinastía Uí Néill.
Sin embargo, Máel Sechnaill era el tipo de rey que sabía unificar las tribus cuando le era conveniente. Así, la historia lo reconoce como el primero de los grandes reyes celtas por su data histórica y sus hazañas registradas de manera oficial en los anales irlandeses de la República.
Asimismo, hay que mencionar que Máel no era un rey piadoso. Al contrario. Alcanzó el liderazgo del Clann Cholmáin al matar a su hermano Flann en 845, y terminó reinando Tara en 846 tras la muerte del líder de los Cenél nEógain.
Brian Boru (Boroimhe)
El primero de la dinastía Dál gCais, Boroimhe fue respetado por su lucha en contra de los invasores escandinavos y su victoria sobre el rey nórdico de la región de Limerick, el monarca Imar.
Al vencer, Brian Boru se coronó como rey de Munster y reinó sobre la zona comercial de Limerick. Una vez allí, unió fuerzas militares para avanzar hacia Connaught y Leinster en un intento de aliarse con Mael Sechnaill II.
Al lograrlo, ambos estrategas se reparten Irlanda y alcanzan el reconocimiento de los pueblos menores. Tras recibir tributos y homenajes por sus hazañas, Boru decide invertir el dinero de sus campañas en la restauración de monasterios y bibliotecas anteriormente saqueadas y destruidas por los invasores.
Ruaidrí Ua Conchobair, el último de los Altos Reyes celtas de Irlanda
La historia cambia con Ruaidrí Ua Conchobair, el último Gran Rey de Irlanda. No obstante, su mandato no fue fácil. Sus enfrentamientos contra las tribus vecinas ocasionaron daños colaterales significativos para su reinado. Mientras tanto, la expansión de Enrique II de Inglaterra supuso un reto que más tarde se convertiría en un beneficio.
En 1175 firma el “Tratado de Windsor” y recupera el control de Connacht como vasallo de Enrique II. Tras esto, la corona lo reconoce como Señor de todos los reyes celtas irlandeses, pero no sin antes comprometerse a abonar un tributo cada año.
Así termina el mandato de los Reyes Supremos de Irlanda. Pero, en medio de esto, la lucha por el control y la conservación de las grandes dinastías siguen levantando los pilares que sostienen a la gran nación de Irlanda.
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