El año 2020 es el más caótico de cuantos se recuerdan, al menos en el siglo XXI. La pandemia del coronavirus no tiene equiparación en esa faceta en los últimos 100 años, incluso un poco más, con la epidemia de gripe española, denominada así, no porque surgiera en España, durante la Primera Guerra Mundial.
La situación en muchos países del mundo es tan incierta que la población acaba haciéndose preguntas. En concreto en España la pandemia ha afectado y sigue afectando de manera muy intensa, pues es uno de los países con mayor incidencia de casos, más víctimas mortales y mayor ratio de muertes por total de habitantes.
Todo esto lleva a una traslación directa a la economía, con unos índices de desempleo muy alto y caída de la actividad. Los organismos internacionales prevén un estancamiento de la economía española muy señalado, y lo que hay tras esos datos macro es pérdida de empleo y reducción en la calidad de vida de la ciudadanía.
En estos tiempos de incertidumbre aparecen con fuerza figuras de renombre en las técnicas esotéricas. Mucha gente sigue acudiendo al tarot y a sus diferentes versiones, es decir, todas aquellas disciplinas que permiten pronosticar qué ocurrirá en el futuro basándose en lectura de cartas, tirada de dados, la energía, la posición de los astros en el cielo y todos aquellos conocimientos que se escapan de la ciencia más medible.
¿Qué debemos esperar del tarot?
El tarot es una de estas metodologías más populares para avanzar el futuro inmediato. Consiste en tiradas de cartas por parte de expertos que van leyendo lo que aparece en ellas en función de sus figuras.
En el proceso de la lectura es importante conseguir una buena conexión entre tarotista y la persona que recibe la lectura, que puede ser tanto positiva como negativa. Es importante, por tanto, estar preparado para cualquier respuesta.
Existen muchas formas de tarot, como podemos observar en 7Tarot, aunque algunas son más populares que otras. Sin embargo, todas tienen en común un hecho, se basan en los arcanos, es decir, los naipes que conforman la baraja y que cada uno de ellos tiene un significado concreto que varía en función de su acompañamiento.
En esta técnica, así como en otras que se basan en la adivinación de acontecimiento futuros, es importante dejar claro que nada va a predecir con exactitud el futuro, sino que únicamente se van a mostrar tendencias generales.
El futuro, en cualquier caso, no es inamovible, y ahí es donde juega especial relevancia el tarot, pues la vida cotidiana y la coyuntura de cada momento invita a trabajar de un modo u otro para anteponerse a las situaciones que vendrán.
Las técnicas de adivinación marcan comportamientos generalizados que se pueden prever o que pueden suceder en el futuro más cercano o futuro inmediato. Ocurre algo similar con el zodiaco, de ahí que muchos medios publiquen el tarot del día en el que se muestran dinámicas que pueden ocurrir y a las que hay que saber poner solución.
El tarot solo funciona si realmente se cree en él
Las predicciones no son absolutamente certeras, pero porque no es el objetivo del tarot que así sean. La gran virtud de estas técnicas de adivinación es que muestran situaciones a futuro que se pueden producir, y por tanto, hay que saber prepararse para ellas.
Estos hechos pueden ser positivos y negativos, pues entran nuevos escenarios laborales, la pérdida de seres queridos, la aparición de enfermedades… todo ello solo es posible si existe una buena conexión entre el tarotista y la persona que recibe la consulta.
El tarot es una especie de consultorio médico si atendemos al hecho de que el tarotista necesita un feedback por parte de la persona que reciba su consulta, conocer sus experiencias, que son como los síntomas que describe el paciente cuando visita al doctor.
Todo esto, y debe quedar claro, no implica literalidad en los mensajes que se lanzan, pues las cartas no tienen esa capacidad. No existe tampoco arcano bueno o malo en su totalidad, sino que hay que hacer una lectura conjunta de cada tirada y de la situación de la persona que recibe la consulta. Por todo eso, una buena conexión y cercanía entre tarotista y cliente es clave.
Encontrar una guía para el futuro
El tarot, a pesar de ser una fuente de conocimiento esotérica que no acude al método científico, es una práctica a la que acuden millones de personas en todo el mundo. La idea no es buscar respuestas definitorias sobre qué ocurrirá en el futuro, sino que los mensajes que se lanzan sirvan de guía para adelantarse a situaciones futuras.
Las técnicas de adivinación tienen más de autoreflexión personal que de predicción del futuro, pues este es inabarcable y muy cambiante. Por ello, estar preparado para lo que llegue siempre es bienvenido, y este es justo el escenario donde resulta útil el tarot.
Redactora: Sara Dominguez
Buenas, y muchas gracias por la información, me encanta el mundo del tarot y estoy buscando mucha información referente a este mundo, este posts es muy interesante, lo recomiendo a todos y lo comparto, gracias por su trabajo! Un saludo!