Beltane es la fiesta celta de la fertilidad y el verano, y se celebra la noche del 30 de abril al 1 de mayo. Una de las fiestas más populares de Europa occidental. Y siendo un canto a la vida y la fertilidad, la fiesta es conocida por su alegría y oda al amor.
Para los wiccanos y antiguos celtas, Beltane era una noche única. En las colinas más elevadas se encendían fogatas en gratitud a la tierra, a la unión y al sexo. De esta manera se honraba al amor y a la pasión, siendo este el recuerdo más hermoso de las antiguas civilizaciones celtas.
Origen de la celebración
Etimológicamente hablando, Beltene puede traducirse como “fuego de Bel”, lo que a su vez significa “Dios solar”. Para los wiccanos y celtas era una noche en honor a la Diosa de la fertilidad y al Dios sol.
A través de bailes y rituales sagrados, los antiguos encendían antorchas y grandes fogatas para celebrar la unión de las parejas con flores, frutos y semillas. Hoy la tradición se conserva, por lo que las sociedades modernas siguen rindiendo tributo a las creencias de antaño.
Hoy en día las parejas siguen reuniéndose para realizar pequeños rituales sagrados. Estos ritos simplemente consisten en bailar, cantar y compartir objetos simbólicos en agradecimiento a la unión sentimental.
Para las primeras sociedades celtas, Beltane también era una celebración en honor a la fertilidad humana. Razón por la cual muchos aprovechaban esta fecha para concebir.
Como para los celtas la sexualidad era sagrada, a través de ella buscaban la exaltación de los sentidos, la belleza de la creación y la conexión más allá del cuerpo. Para ello también se recurría al canto y a la expresión artística mediante la danza.
Beltane para los wiccanos
Las bodas wiccanas derivan de esta festividad de la fertilidad y el verano. Sin embargo, los religiosos celebraban de manera distinta. Ellos se apartaban de los grupos estructurados para meditar y compartir energías personales en cada petición.
Realizaban pequeños altares en honor a la unión de los Dioses. Las flores rojas, blancas, naranjas y amarillas eran parte de la ceremonia. Además, también se recurría al vino tinto, al agua de rosas, al incienso de sándalo, el jazmín y a las velas.
Luego colocaban estos objetos en un altar a manera de ofrenda para agradecer, rezar y renovar votos de unión sentimental. La luz del fuego se mantenía encendida para disipar enfermedades y renovar la energía.
Beltane: ritual de la fertilidad, la prosperidad y el fuego
Sin duda, era una ceremonia y ritual para amar, honrar y consolidar lazos emocionales. Y en líneas generales lo sigue siendo pese a los cambios de la transculturación.
Beltane supone una oda a la fertilidad , al crecimiento, la prosperidad y la unión. Un tiempo para fusionar las energías del sexo masculino y el femenino.
Pero es la magia del misticismo lo que sigue generando emociones. Decían los antiguos que entre las colinas se escuchaban susurros. Eran las hadas que se unían a la fiesta para purificar las almas de aquellos que se atrevían a amar sin ataduras en los días de Beltane. Celebremos Beltane este 2021 ¡que nos hace falta!
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