El castillo de Butrón se haya sumergido en el interior de un precioso parque en los alrededores de Gatica (Vizcaya). Aunque se tiene constancia de la existencia de una torre vinculada a la familia de los Butrón en este mismo lugar ya desde el siglo XI, lo cierto es que su aspecto actual tiene origen en una reconstrucción y ampliación del siglo XIX. Y, como tal, presenta una marcadísima influencia neogótica, e incluso germánica, lo que le hace deseoso de recibir visitas.
Con unas murallas de más de cuatro metros de grosor, el complejo incluye cuatro recios torreones de planta semicircular en las esquinas exteriores y una enorme torre del homenaje de seis alturas en el interior. Cuenta con varios salones, zona de recepciones, biblioteca, almacenes…, y un patio de armas testimonial, porque de hecho la fortaleza nunca tuvo una utilidad defensiva. Es más, ni siquiera está pensado para ser habitado.
Su construcción en piedra labrada, su nivel de conservación, su calidad artística y su aspecto majestuoso hacen de él, eso sí, una visita obligada. Además, el fastuoso parque que lo rodea y que forma parte de la propiedad se encuentra lleno de palmeras y especies exóticas.
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