El castillo de Bellver, emplazado sobre un monte en las cercanías de Palma de Mallorca, es verdaderamente único. No hay otro en todo el país, y solo dos más en Europa con una planta redonda como la suya.
Alrededor de esta gran edificación circular, que posee en su centro un patio de armas e incorpora todo tipo de dependencias, se elevan tres torres adosadas al cuerpo principal y una cuarta, más grande: la torre del homenaje. La muralla que circunda todo el conjunto es también circular, y cuenta con un foso exterior y otro interior. No ha sufrido demasiados cambios a lo largo de los siglos salvo algunos relacionados con la aparición de la artillería, como fueron la eliminación de las almenas y la barbacana con las que contó inicialmente.
Esta espectacular fortaleza gótica se construye a comienzos del siglo XIV por orden de Jaime II, y fue residencia real de varios monarcas mallorquines (Jaime II de Mallorca, Sancho I de Mallorca y Jaime III de Mallorca) durante toda la centuria. El monarca aragonés (Juan I de Aragón) habitó allí de forma temporal, huyendo de la peste en 1394. A lo largo de la historia ha funcionado como prisión en varias ocasiones, como durante las guerras de sucesión, de la Independencia y la Guerra Civil. Desde 1976 el castillo está abierto al público y acoge el Museo de Historia de la Ciudad de Palma.
Castillos Medievales en España
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