El emblema del Ciprés es la inmortalidad y por eso desprenden vitalidad o energía positiva en momentos de tristeza. Esto hace que los nacidos durante estos días sean personas especialmente fuertes físicamente, así como longevas. Suelen ser esos que parecen no envejecer porque disponen de un espíritu muy vital y joven a cualquier edad.
Siempre tienen algo que hacer y encuentran mil formas de divertirse, por eso los Cipreses no se aburren nunca. Son atractivos, populares y tienen un gran encanto y magnetismo natural. También su actitud contribuye a que se adapten a los cambios con facilidad, además de su tenacidad. Las cosas les van bien porque ponen todo su empeño en que así sea. Y disfrutan de ese reconocimiento social que les proporcionan cuantos les rodean.
Son personas bastante felices y muy sociables (no les gusta estar solos). Pero resultan impulsivos cuando se dejan llevar por el optimismo y no es fácil complacerles. Además, no soportan que les lleve la contraria.
En el amor son grandes seductores y cariñosos. Para que las relaciones sean duraderas tienen que dedicarse con frecuencia a reavivar la llama. Y si su pareja también colabora se entregan al 100 %.
Normalmente tienen buena salud, aunque si no controlan los excesos podrían padecer dolencias leves con cierta frecuencia.
Su color es el naranja.
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