Los Celtas le atribuían al Pino una relación mística con la potencia vital. Las personas nacidas bajo el influjo de este árbol son sofisticadas y con elegancia natural. Destacan por su saber estar y suelen preferir rodearse de personas agradables, independientemente de su raza o condición. Prefieren disfrutar de la vida y valoran la positividad y el buen humor.
Aun así son valientes a la hora de enfrentarse a situaciones adversas y no decaen ante cualquier contratiempo. En el trabajo son buenos compañeros, pero un poco introvertidos y podría parecer que no les preocupan demasiado las cosas porque prefieren enfocarse en los éxitos. Algo que les será fácil conseguir siempre que le pongan tesón y constancia a las tareas. Sin embargo, tiran la toalla con relativa facilidad y eso les acarrea frustraciones profesionales. Pero si tienen un objetivo que de verdad les motive lo conseguirán.
Los Pinos son especialmente románticos. Esto es así porque su madera es muy ardiente, lo que les lleva a apasionarse con facilidad, incluso demasiado o demasiado pronto. Algo que puede ahuyentar a sus parejas. Por otro lado, también disfrutan del coqueteo y se dejan seducir con rapidez, algo que tampoco facilita las cosas. No son muy fieles en sus relaciones.
Su salud es fuerte y tienen bastante resistencia física. Su punto débil son los pies o la parte baja del cuerpo, pero no tienen demasiados problemas en general.
Su color es el violeta.
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